lunes, 19 de febrero de 2007

El campo y el mar



Una imagen que me sorprende, un mundo que no conocía ni imaginaba, en el pacífico chileno.
En Duao, cada mañana es todo un atractivo presenciar el regreso de los pescadores volviendo en sus botes con su pesca diaria. Son arrastrados por bueyes, que guiados por sus dueños, remontan las barcas hasta la arena seca.
Esta mezcla de ancestral y moderno, de mar y campo, de hombres que repiten (ahora mismo, en este momento) el mismo gesto. Mundos superpuestos, de colores, de olores, de sabores.

1 comentario:

hector vazquez dijo...

Saludo con elegante reverencia a la autora del blog, el que,seguramente, se llenará de comentarios. Mi primer aporte será un poema de mi autoría. Un pequeño haiku que dice así:
Entre los árboles
una canoa
se desliza muy lentamente.
La embarcación está llena de peces
y la fatica
se refleja en el rostro del remero.